Seis años después del éxito de Up, el genial creador de Monstruos SA Pete Docter regresa a la selección oficial con Inside Out. Llena de gags, la película narra las aventuras de Alegría, Miedo, Tristeza, Ira y Asco, cinco personajes muy coloridos encargados de regular las emociones de Riley, una niña de once años en plena crisis de adolescencia. Explicación.
¿Cuál es el punto de partida de la película?
Tras Up, buscaba nuevas ideas. En aquella época, mi hija tenía once años y se disponía a entrar de lleno en la pubertad. Pasaría de ser la niña llena de energía a la adolescente en ocasiones insolente, cuando una palabra se dignaba salir de su boca. Me preguntaba lo que podía pasar por su cabeza. Eso fue lo que hizo germinar la idea de estos personajes basados en las emociones.
La originalidad de Inside Out radica en especial en el hecho de que el espectador se sumerge en el interior del subconsciente de esta niña, que sirve como decorado de la película. ¿Ha sido difícil plasmarlo visualmente?
Mucho. Hemos dedicado mucho tiempo a todos los aspectos de la película, desde la creación de los personajes hasta la del decorado, pasando por la propia historia. Es una idea muy abstracta y nuestro trabajo consistió en concretarla. Teníamos ganas de explicar cómo funciona la memoria, por qué determinadas canciones permanecen en nuestra cabeza y de dónde proceden nuestros sueños. Queríamos que los espectadores consideraran la idea plausible.
¿En qué momento de la gestación de la película surgió la idea de estos personajes, que representan cada una de las emociones?
Desde el inicio. El primero fue Joy (Alegría), a la que bauticé originalmente como «Optimismo» por falta de conocimiento sobre las emociones. En el transcurso de nuestras investigaciones, hemos hablado con psicólogos y psiquiatras y nos dimos cuenta de que la cantidad de emociones es objeto de debate. Así que escogimos cinco porque si hubiéramos añadido más, la escritura de la película se habría convertido en un quebradero de cabeza.
¿Qué más ha aprendido de estos especialistas?
Por ejemplo, que nuestras emociones condicionan nuestra vida en sociedad. Algunas, como el miedo, se reflejan físicamente y pueden protegernos en ocasiones. También juegan un papel en la faceta interpersonal. Así es como hemos utilizado todas las emociones de la película.
¿Qué dificultades técnicas ha tenido que superar?
Quería que los personajes no se parecieran en nada a seres humanos. Así que plantée el desafío al equipo técnico de que se parecieran a lo que sentimos. Volvieron con la idea de que estuvieran hechos de una especie de energía. Si observa en detalle cada personaje, pequeñas partículas de colores se desprenden de ellos cuando se desplazan.
¿Cómo transcurrió el montaje de la película?
Fue engorroso. La dificultad radicaba en que dos historias se desarrollan al mismo tiempo: la de Riley, que abandona el campo para mudarse a la ciudad, y la de Joy, que es expulsado del cuartel general e intenta regresar. Pero cada historia se comunica con la otra e influye sobre ella. Nuestro trabajo consistió en crear relaciones causa-efecto.