Madrid, 5 enero, 2017 (EFE). Martin Scorsese ha recuperado en "Silencie" su lado más espiritual, intimista y hasta místico, pero con una narración épica en la que la fe es el centro de una historia que el realizador estadounidense ha tardado casi 30 años en poder llevar al cine.
Protagonizada por Andrew Garfield y con la participación de Adam Driver, Liam Neeson o el japonés Tadanobu Asano, en "Silence" Scorsese traslada física y mentalmente al espectador al Japón del siglo XVII, a la persecución de los curas católicos que trataban de evangelizar el país y, sobre todo, a la lucha interior del padre Rodrigues (Garfield).