CANNES, Francia, 20 mayo (Reuters) - A sus 82 años, Michael Caine recibe un masaje y a sus 77, a Jane Fonda se le cae la peluca y las lágrimas le estropean el maquillaje en "Youth", una película que compite en el festival de Cannes que muestra cuán difícil es envejecer sin importar la riqueza.
Ambos actores, junto al coprotagonista Harvey Keitel, de 76 años, dijeron el miércoles después de una proyección del largometraje dirigido por el italiano Paolo Sorrentino y ambientado en un lujoso complejo turístico suizo repleto de jubilados ricos, que a esa edad no tenía sentido esconder quiénes eran.
"La única alternativa a interpretar a ancianos es interpretar a muertos (...) yo soy bastante listo, escogí a los ancianos", bromeó Caine en una rueda de prensa donde tanto a él como Fonda les preguntaron por las escenas en que parecen estar sin la mayor parte del maquillaje.
Caine dijo que no le había importado participar en la escena del masaje.
"No me importó porque es el único cuerpo que tengo (...) y un cuerpo envejecido, para quienes no son viejos, eso es lo que les va a suceder. Así que no se hagan los listos con esto", agregó.
Fonda, que prácticamente inventó el concepto de superheroína en la gran pantalla en la película ítalo-francesa de ciencia ficción de 1968 "Barbarella", dijo que había disfrutado de su papel en la obra de Sorrentino en la que interpreta a una antigua diva de Hollywood llamada Brenda Morley, de la cual el personaje de Keitel, un director de cine, depende para rodar su último filme.
"Hay algo muy vulnerable en interpretar a mujeres mayores que se ponen la máscara de maquillaje y todo, y cuando se la quitan pasan a ser muy vulnerables y es divertido de interpretar", dijo Fonda.
La película de Sorrentino, cuyo largometraje "La grande bellezza" ganó el Oscar a mejor filme en lengua no inglesa en 2014, es una de las 19 que competirán el domingo por la Palma de Oro.
Ref Espectáculos | Reuters
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