Su nombre es actualmente sinónimo del grupo de entretenimiento más exitoso del mundo. Walt Disney (1901-1966) fue un genio y un visionario de las películas de dibujos animados. Un libro rememora sus comienzos.
Se puede cuestionar qué tienen en común los filmes de dibujos animados de Walt Disney de entonces con el multimillonario grupo económico de hoy. Pero las cifras no engañan.
Los estudios Disney alcanzarán un récord a finales de este año: ingresos de alrededor de seis mil millones de dólares. Esto no lo ha ganado hasta ahora ningún "estudio” solo en 12 meses. Los responsables de este éxito son además de las películas de animación por computadora, las filmaciones de versiones reales como "El Libro de la Selva” o "Capitán América: Civil War”. Pero sobre todo a adquisiciones de compañías muy fructíferas como el estudio de animación
"Pixar” en 2006.
Walt Disney simboliza hoy en día la riqueza legendaria del Tío Rico, una máquina de hacer dinero. Pero también el espíritu inventivo de Daniel Düsentrieb, la actitud insolente del Pato Donald y la positiva actitud familiar de Micky Mouse han contribuido al éxito Disney. La productora es solo una garantía de éxito. A esto hay que añadir un negocio gigante de mercadotecnia, parques temáticos en todo el mundo, revistas, canales televisivos, agencias de viajes, entre otros.
¿Disney lo habría planeado y querido todo así? La respuesta no la sabremos nunca. Walt Disney falleció en 1966 de cáncer de pulmón. Fue un hombre perfeccionista que deseaba tener todo bajo control.
Disney: "Nunca estoy satisfecho con mo propio trabajo"
La editorial alemana Taschen-Verlag publicó, hace unas semanas y con motivo del 50 aniversario de la muerte de Walt Disney, un pesado libro que rememora los comienzos de este estadounidense.
"Nunca puedo estar quieto. Tengo que evolucionar y experimentar. Nunca estoy satisfecho con mi propio trabajo. Me enfado con los límites de mi imaginación”, cita el editor Daniel Kothenschulte a Disney en su prólogo. De estas palabras se puede deducir que Disney habría apoyado la adquisición de otras empresas que ha llevado a cabo el consorcio en los últimos años. Y es que el dinero siempre jugó un papel relevante para Disney, aunque una vez dijera:”No hago películas para ganar dinero. Gano dinero para hacer películas”.
Disney dejó atrás su labor de delineante en los años 20 del siglo XX y contrató a un ejército de artistas y empleados. No dejó nada en manos del azar. "Walt Disney poseía (…) una actitud abierta muy especial con respecto a la diversidad de estilos artísticos y la capacidad de reconocer la calidad de dicha diversidad”, según Kothenschulte.
El Pato Donald se frotaría las manos
El talento de ahondar en los diversos mundos artísticos fue "la clave de la calidad única del arte de animación Disney. Su genialidad le permitió descubrir la genialidad en los otros." No estaríamos desatinados si dijéramos que Walt Disney hubiese también fomentado a los especialistas de computadoras de "Pixar”, quienes en la actualidad crean extraordinarias películas de animación y también a los guionistas, directores y creadores de otras películas exitosas de la marca Disney. El Pato Donald se habría alegrado de poder llenar un cofre tras otro de monedas de oro.
Daniel Kothenschulte (editor): "The Walt Disney Film Archives. The Animated Movies 1921 - 1968". Taschen Verlag.