Los Ángeles (EUA) (EFE). La industria del cine y la televisión en Estados Unidos tiembla ante una posible huelga de los guionistas, un paro que, si finalmente se concretara, sería el primero de los escritores desde el sucedido entre 2007 y 2008.
El Sindicato de Guionistas (WGA, por sus siglas en inglés), que uniendo sus divisiones Este y Oeste agrupa en total a unos 12,000 escritores, solicitó esta semana a sus miembros la autorización para convocar una huelga si no se alcanza un acuerdo en las negociaciones que mantiene con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).
Las conversaciones entre guionistas y productores para renovar y actualizar el contrato que expira el próximo 1 de mayo se dieron por rotas el pasado viernes.
Los negociadores de WGA enviaron una carta ese día a los guionistas en la que aseguraban que el paquete de medidas propuesto por la AMPTP era "inaceptable" y afirmaban que sería "una negligencia" por su parte dar su visto bueno.
En ese mismo texto, el comité negociador de WGA, de manera unánime, recomendaba a los dirigentes del sindicato que plantearan una votación entre los miembros de la organización para autorizar una eventual convocatoria de huelga.
Aunque este movimiento no implica necesariamente que se dé un paro de los guionistas, se trata de un paso indispensable para una hipotética huelga y, además, sirve tanto para tensar las posturas en las conversaciones como para calibrar el apoyo de los escritores a sus representantes en la mesa de negociación.
"WGA puso fin a las conversaciones en una fase temprana del proceso para asegurarse un voto de huelga antes que dirigir sus esfuerzos a alcanzar un acuerdo en la mesa de negociaciones", dijo un portavoz de AMPTP al medio especializado Deadline el pasado viernes.
"Mantener a la industria trabajando es lo mejor para todos, y estamos preparados para regresar a las negociaciones cuando ellos lo estén", añadió.
Sobre la mesa de discusiones se apilan una serie de temas por resolver en cuanto a los derechos y retribuciones de los guionistas de la pequeña y la gran pantalla.
WGA sostiene que, frente a los beneficios récord que obtuvieron las grandes compañías audiovisuales en los últimos años, el salario medio de un guionista de televisión cayó 23% en los últimos dos años.
El sindicato afirma, además, que "en el centro del problema" para los escritores se sitúan las cada vez más breves temporadas de las series de televisión.
Las demandas de WGA incluyen incrementos salariales para los guionistas, mejoras en la cobertura sanitaria y las prestaciones por ausencia para cuidar de familiares enfermos, medidas para contrarrestar los efectos "perniciosos" de las temporadas cortas de las series, y aumentar los pagos que reciben los escritores por la emisión de contenidos en plataformas digitales como Netflix o Hulu.
WGA defendió que AMPTP no atendió sus peticiones y que requirieron, por el contrario, un recorte de 10 millones de dólares en un año en el seguro sanitario.
Si la huelga finalmente se hiciera realidad, sería el primer paro de los guionistas desde el sucedido entre 2007 y 2008, cuando la política de lápices caídos de los escritores logró atenazar a Hollywood y la televisión en Estados Unidos durante cien días.
Series como "Grey's Anatomy", "ER", "The Simpsons" o "30 Rock" se vieron afectadas por la huelga de los guionistas, que llevó incluso a la cancelación de la gala de los Globos de Oro y a su sustitución por un anuncio de los ganadores sin la tradicional ceremonia de lujo.
Una nueva huelga de los guionistas podría tener un profundo efecto en economías volcadas en el sector audiovisual como la de Los Ángeles.
Y, además, sería la primera gran protesta de los escritores tras la explosión de las plataformas digitales y la edad de oro de las series que ha revolucionado el consumo de televisión en los últimos años.