El director mexicano David Pablos incursiona en la Selección oficial con su segundo largometraje, Las Elegidas, filmado en Tijuana, su ciudad natal. Algunos de los temas de predilección del cineasta son la familia y el abandono.
¿Cómo surgió la idea de esta película?
El productor Pablo Cruz se puso en contacto conmigo acerca de un guión del escritor Jorge Volpi que había comprado. Comencé a reescribir con Volpi para crear una nueva versión, pero ya no tuvimos más tiempo y ya no pudimos trabajar más juntos. Para tener la historia completa, investigué muchísimo acerca del tráfico de personas. Nunca he tenido la intención de hacer alguna interpretación literaria de algo.
¿Cómo fue la atmósfera durante la grabación? ¿Tiene alguna anécdota del rodaje?
Era fundamental que los actores principales (sobre todo adolescentes), aprendieran a conocerse, a tenerse confianza y a colaborar. Asistieron a un taller de un mes sobre el tema, para aprender a convertirse en actores y a acercarse. Y afortunadamente eso fue lo que sucedió; se formó una verdadera familia y pudieron asumir las escenas violentas y sensibles. El rodaje fue muy alegre, sólo tengo buenos recuerdos de Tijuana, de esos jóvenes extraordinarios y talentosos. Y a pesar de la tristeza y la tensión de la película, hubo muchas carcajadas durante la filmación. El último día, todos, comenzando por mí, estábamos tristes de que se terminara. Estoy orgulloso de ellos porque hicieron lo necesario para dar vida a la película.
Quelques mots sur vos interprètes?
Casi todos mis actores son adolescentes. Envié a mi director de casting a que buscara rostros en escuelas públicas, salas de boxeo, y algunos barrios de Tijuana. El casting duró más de tres meses, pero cuando conocí por primera vez el chico y las chicas que interpretan a Ulises, Marta y Sofía, supe inmediatamente que había encontrado a mis protagonistas. Ulises es interpretado por Oscar Torres, Lourdes Nancy Talamantes es Sofía y Leidi Gutiérrez es Marta. Desde el comienzo, fue evidente que Leidi era la perla rara, sólo tenía que darle algunas indicaciones para que ella lograra explotar su inmenso talento. El proceso con Oscar y Nancy fue diferente. Tuve que alentarlos a que expresaran sus emociones, algo inusual para ellos. Cuando se dieron cuenta de que dejarse ir no les iba a hacer daño, comenzaron a liberarse. También trabajé con algunos actores profesionales de Tijuana, como Edward Coward y Raquel Presa, quienes interpretan a los padres de Ulises. Se trata de dos actores de teatro famosos de Tijuana, que nunca se habían hecho cine, y tuvieron que integrarse de forma natural en el grupo de actores aficionados. Hicieron un gran trabajo.
¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
La fotografía es una de mis pasiones. Siempre estoy buscando imágenes para educar los ojos. También me parece que es una manera de estimular la imaginación, ya que se pueden crear historias a partir de los personajes de la foto. También me inspira la música, que pone ritmo a todo.