El director chileno Pablo Larraín se catapultó este miércoles entre los favoritos al León de Oro en Venecia explorando el mito de Jacqueline Kennedy en "Jackie", una película que cuenta con la magnífica actuación de Natalie Portman.
"Jackie" relata los cuatro días posteriores al asesinato en 1963 del presidente estadounidense John F. Kennedy a través de su esposa Jackie, testigo de la dramática muerte del mandatario en Dallas, un hecho que marcó la historia del siglo XX.
"Ha sido un reto utilizar instrumentos cinematográficos para llegar a ella", reconoció Larraín en conferencia de prensa, quien quiso entrar más en los sentimientos, en el dolor de una persona que vive un magnicidio de tales proporciones.
"No quise ser célebre, es que soy una Kennedy", confiesa Jackie al religioso antes del solemne y espectacular funeral con caballos y procesión que batalló por obtener, resumiendo el papel complejo y difícil que la historia otorgó a la viuda del entonces mandatario más poderoso del mundo.
Larraín, 40 años, vencedor en 2015 del Oso de Plata en el Festival de Berlin con "El Club", sobre la pedofilia dentro de la Iglesia, debuta así en Hollywood y llega al mercado estadounidense con una cinta rodada en inglés y que encara un ídolo enigmático y complejo.
El lenguaje poco convencional de Larraín, su conocido ritmo angustiante al compás de la música obsesiva de Mica Levi, la excelente fotografía del francés Stephane Fontaine y la actuación de la actriz estadounidense Natalie Portman confirman el interés de la película.
Para muchos la actuación de Portman podría no sólo valerle la Copa Volpi en Venecia sino también su segundo Óscar de interpretación, después del que obtuvo en 2011 por "Black Swan" ("Cisne negro").
Como los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón, con "Gravity" y Alejandro González Iñárritu con "Birdman", Larraín inicia en Venecia su carrera por el Óscar.
Recibida con aplausos y unos pocos abucheos, "Jackie" parte de una entrevista concedida después de la muerte de su esposo a un periodista, usa flahsbacks del momento del atentado en el mítico coche Lincoln y muestra cómo esa mujer culta y subyugada se transforma en alguien cínico y frío para defender la imagen de su marido.
"Quise entrar en su mundo por pedazos, no cronológicamente", explicó el realizador hablando en inglés tras admitir que siendo latinoamericano la historia del asesinato de Kennedy no le pertenece.
Además es la primera vez que Larraín se centra en un personaje femenino, para lo cual se basó en documentación, biografías e imágenes reales, y reproduce la más conocida en el mundo, cuando las balas impactaron el cuello y luego el cráneo de Kennedy y ella intentaba salvarlo, arrojada sobre su cuerpo, con su elegante traje manchado de sangre.
"Ella, Jackie, es el filme. Qué se siente cuando se vive eso, su respiración (..) capturar una humanidad en peligro", contó Larraín.
Para Portman, se trata del filme "más peligroso" que ha realizado porque "todos la conocían, cómo se vestía, cómo caminaba, la comparación me espantaba. Yo no soy una imitadora", confesó.
"Era muy distinta, cambiaba de tono y de voz cuando estaba en público o con amigos. Es el conflicto de cuando todos te ven como a un símbolo", explicó la actriz.
Después de Venecia, Jackie será presentada el domingo en el Festival de Toronto.
"Creó una ilusión de reina, de sangre azúl, unió a los estadounidenses. Una reina sin trono", resumió el realizador.
Larraín, que estrenó este año un film sobre la vida del poeta y Premio Nobel chileno Pablo Neruda, sorprendió al mundo en 2008 con "Tony Manero" (2008) y tocó la cima con "No" (2012), una película que aborda la mítica campaña electoral para el plebiscito que en 1988 perdió la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), quien a través de las urnas buscaba eternizarse en el poder.
"No", protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, se convirtió en 2013 en la primera película chilena en ser nominada a un Óscar.