Se realizó la función de gala de la película Manos de piedra del director Jonathan Jakubowicz, quien estuvo presente y expresó algunas palabras antes de la proyección para hablar de lo complicado que a veces resulta difundir un filme que no sea estadounidense:
“Buenas noches, estamos emocionados por estar en Morelia. A pesar de las apariencias, es una película Latinoamérica no de Hollywood. Se creó en Panamá y está hecha por venezolanos y mexicanos. Es más fácil ver una película mexicana en Nueva York o en Londres que en Buenos Aires, pero en nuestro caso se mostrará en toda Latinoamérica”, aseguró.
En la sala también se encontraba el actor Edgar Ramírez, quien dijo sentirse emocionado por visitar Morelia por quinta vez y poder mostrar la cinta:
“Gracias por estar aquí, para mí es especial presentar esta película en Morelia porque me siento un hijo del festival. Aquí han visto crecer mi carrera y siempre que vengo me tratan con el mismo amor. Estamos cruzando fronteras con esta película, logrando derribar barreras para nuestro cine”, expresó el intérprete al que le entregaron una butaca con su nombre, la cual permanecerá en la sala 4 del Cinépolis Centro.
Manos de piedra cuenta la enérgica historia detrás de la leyenda del boxeo Roberto Durán (Edgar Ramírez) y de su entrenador Ray Arcel (Robert de Niro), y cómo cada uno cambió la vida del otro. En la edad de oro del boxeo, Durán fue uno de los boxeadores más destacados del mundo, junto con Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns y Marvin Hagler; Durán peleó contra ellos y ganó 103 de sus 119 combates.
Después de la función, el actor y el director regresaron al frente de la sala. Edgar Ramírez contó lo que significó interpretar a un boxeador y las lecciones de vida que eso le dejó:
“Me conmueve este personaje, me entrené, me enseñaron a pelear, me convertí en boxeador y mi vida nunca va a ser igual, es muy gratificante, sobre todo que, como lo dice la película: tú puedes tener un talento extraordinario, pero si tu mente no está en el lugar adecuado no vale de nada”.
Por su parte, Jonathan Jakubowicz habló de cómo armó el guion y de qué manera las escenas se fueron ligando para tener un proyecto fiel a los objetivos que buscaba:
“El proceso de investigación fue periodístico porque yo soy periodista. Me la pasé entrevistando a Durán, a sus amigos, a sus enemigos y a su familia. Después tuve el privilegio de estar un año en Panamá antes de filmar. Me di cuenta que en ese lugar no hay alguien que no tenga nada que contar de él”, contó.
Por último, aseguró que Robert de Niro es su actor favorito y desde siempre supo que debía trabajar con él: “Alguna vez De Niro y Durán cuadraron un partido de béisbol en un encuentro, a partir de esa anécdota supe que no era tan descabellado tener a De Niro en esta película, pues ya se conocían.Es mi actor preferido de todos los tiempos”, finalizó. FICM