Nueva York, La ciudad de los rascacielos acoge una nueva edición del festival de cine independiente al aire libre con el que la organización sin ánimo de lucro "Rooftop Films" asegura atraer a 46.000 espectadores cada año.
Doce localizaciones de película, en su mayoría azoteas con vistas a Manhattan, son el reclamo principal de "Rooftop Films" para presentar, un año más, cerca de 50 eventos, entre propuestas de cine independiente, documentales, cortometrajes y actuaciones de música en directo.
El director artístico del festival, Dan Nuxoll, lleva 20 años comprometido con la organización de un proyecto que nació en 1997, después de que el cineasta Mark Elijah Rosenberg preparase una proyección con sus compañeros universitarios en la azotea de su apartamento, en el barrio neoyorquino de Chelsea.
Nuxoll aseguró a Efe que "Rooftop Films" ha logrado mantener el espíritu inicial del proyecto, cuyo objetivo fundamental es "apoyar a cineastas independientes".
Fomentar la visibilidad de proyectos alternativos y ser espacio de confluencia para cineastas, artistas, vecinos y espectadores son los elementos que caracterizan a un festival que cada año consigue movilizar a 46.000 espectadores, según anuncian los organizadores.
"Ofrecemos películas nuevas, apasionantes e innovadoras" y, en general, proyectos de cine independiente que "nadie más está desarrollando", aseveró Nuxoll.
También reconoce que en los últimos 20 años la oferta de cine al aire libre ha crecido de manera espectacular en la ciudad de Nueva York. No obstante, considera que "Rooftop Films" no tiene competencia directa.
"Nosotros nos centramos en estrenos de películas independientes, que no se hayan proyectado antes en las salas. Y nadie está haciendo algo así. No me preocupa demasiado la competencia", aseguró Nuxoll.
Cada año la organización recibe las propuestas de centenares de cineastas de todo el mundo y selecciona 150 para su proyección en el festival durante los meses de verano.
"Rooftop Films", cuenta el director artístico, pretende que las veladas de cine sean "lo más divertidas y emocionantes posible", en una atmósfera que describe como "inclusiva e informal".
Esta filosofía es la que les ha llevado a incluir en el programa del festival actividades, de muy diversa índole, en torno a las proyecciones, convirtiendo la experiencia cinematográfica en una auténtica celebración social.
La atmósfera festiva de las proyecciones atrae a un público que Nuxoll define como mayoritariamente "joven y de mentalidad muy abierta", aunque reconoce que el perfil de los asistentes varía en función del barrio en el que se celebra cada el evento.
Este año la temporada fue inaugurada el viernes 19 de mayo con la proyección de una selección de 9 cortos en el reconvertido espacio cultural de la Antigua Fabrica Americana de Latas, en el barrio neoyorquino de Brooklyn.
En su afán por apoyar el trabajo de los cineastas independientes, la organización destina un dólar, de los 15 que cuesta la entrada, a la financiación de los proyectos cinematográficos de los participantes de pasadas ediciones.
Además, ofrece la posibilidad de alquilar material para que los creadores puedan realizar sus propuestas.
Las películas de "Rooftop Films" podrán verse hasta finales del mes de agosto, en una edición para la que Nuxoll aseguró "hay preparadas muchas sorpresas". México :: Cultura