El mexicano Michel Franco continuó su relación privilegiada con el Festival de Cannes con el Premio del Jurado de Una Cierta Mirada por su película "Las hijas de Abril", en una sección donde el galardón principal fue para la iraní "Lerd", de Mohammad Rasoulof.
El secreto, dijo emocionado a la prensa, reside en un buen guion, en escoger "buenos actores y confiar en ellos", y en toda la dedicación que pone detrás de cada proyecto.
"La verdad es que no paramos de trabajar, de pensar en cine", añadió un director que en 2012 fue distinguido en esta misma sección, la segunda en importancia de Cannes, por "Después de Lucía".
"No soy un consentido (del certamen). Hoy soy un consentido de Uma Thurman", bromeó en referencia a la presidenta del jurado, musa de Quentin Tarantino por filmes como "Pulp Fiction" (Palma de Oro en 1994) o "Kill Bill".
Franco fue ensalzado por su historia de una madre ausente, interpretada por la española Emma Suárez, que regresa a México para ocuparse de su hija adolescente embarazada, y que en su intento por retomar el control se convierte en el foco de nuevos conflictos.
"Comparto el premio con mis actores. Eso para mí es lo más importante, porque fue maravilloso y se entregaron de forma incondicional", apuntó en alusión también a los jóvenes Ana Valeria Becerril, Enrique Arrizon y Joanna Larequi.
La distinción a Franco precede a la gala de premios de la 70 edición de Cannes, en la que se ha dejado a la cinematografía mexicana un lugar de honor.
Fuera de competición, Alejandro González Iñárritu conmovió con una instalación de realidad virtual que mete al espectador en la piel de los inmigrantes ilegales que cruzan a EE.UU. desde México; Alfonso Cuarón dio una clase magistral, y Guillermo del Toro intervino con un discurso en la gala de aniversario.
El venezolano Lorenzo Vigas, productor de la película, subrayó que se está dando "una renovación" del cine mexicano, pero también latinoamericano: "Una fuerza que es muy evidente, en los palmarés de festivales como Venecia, Berlín y obviamente Cannes, presente siempre. Una fuerza que puja y pienso que no va a parar de pujar".
Una renovación sobre la que Franco (Ciudad de México, 1979) dijo sentirse alabado de que la prensa le considere heredero de grandes como Del Toro, Cuarón o Iñárritu, y sobre la que recomendó a las generaciones venideras "arriesgarse" y filmar "sin preocuparse mucho de si han pasado o no por una escuela de cine".
"Las hijas de Abril" competía entre otras con la coproducción argentino-chilena "La novia del desierto", de las debutantes Cecilia Atán y Valeria Pivato, y "La cordillera", del argentino Santiago Mitre, protagonizada por su compatriota Ricardo Darín.
El máximo galardón de esta sección recayó en Rasoulof por la historia de corrupción e integridad que cuenta en "Lerd" ("A man of integrity").
El cineasta independiente ha sufrido muchas presiones en su país, donde fue condenado a seis años de prisión y a veinte sin hacer cine por los cargos de conspiración y propaganda contra el Gobierno iraní.
Una condena que fue luego reducida a un año y que todavía no ha sido ejecutada, por lo que está en libertad bajo fianza. La razón, su participación en las protestas de la oposición contra la polémica reelección en junio de 2009 del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición calificó de fraudulenta.
Por otra parte, la italiana Jasmine Trinca se llevó el premio de interpretación por "Fortunata", de Sergio Castellitto, mientras que el de mejor dirección fue para el estadounidense Taylor Sheridan, por "Wind River", y el de Poesía del Cine para el francés Mathieu Amalric, por "Barbara".
Una Cierta Mirada es la segunda sección en importancia del Festival de Cine y da espacio a las películas más innovadoras y atrevidas de cineastas habitualmente menos conocidos o noveles, lo que hace que el delegado general de Cannes, Thierry Frémaux, lo viera hoy como contrapeso a la competición oficial.