LONDRES (Reuters) - La nueva cinta del director francés Luc Besson, "Lucy", sobre una mujer que ingiere una droga que le da poderes mentales, dice que las películas de acción le aburren, pero aún así esta tiene una espectacular persecución de coches por París.
Besson, cuyo otro éxito de ficción, "El quinto elemento" (1997), contó con Bruce Willis y Milla Jovovich, ha elegido a la versátil Scarlett Johansson para interpretar a Lucy.
Minutos después de ingerir el medicamento, Johansson puede caminar por el techo, y un minuto o dos después disparar sobre cualquier cosa en movimiento. Más adelante es capaz de leer mentes, aprender chino en segundos, parar el tráfico y conducir como nadie lo ha hecho desde "French Connection", pero está vez en la dirección incorrecta a través de túneles y soportales de París, sin que su Peugeot azul metálico sufra ningún rasguño.
Besson, que escribió el guión y dirigió la película, comenzó con la idea de que una persona utiliza de media solo el 10 por ciento de los poderes cognitivos de su cerebro.
"Supongo que no estamos al máximo, por lo que es muy emocionante pensar en ello, que podemos hacer más", dijo Besson a Reuters en una entrevista antes del estreno de la película en Reino Unido.
En la película se intercalan imágenes del reino animal, como delfines, que intrigan a Besson por las capacidades que tienen y los humanos no, como el sónar natural.
"Puedo construir un sónar, pero no puedo tener un sónar... eso es lo que me interesa", dijo.
La película de Besson tiene muchas secuencias de acción, pero el director dice que según va envejeciendo ha descubierto que necesita "mezclar contenido filosófico con diversión".
"Soy un cinéfilo también y tengo 50 años", dijo.
"No soy un cinéfilo de 16 años y me encantan las películas de acción, los thrillers y todo eso, pero ahora necesito contenido, necesito más. Si es solo una película de acción, me aburro después de una hora incluso si está realmente bien hecha".
Besson ha alabado a Johansson por su actuación, pero también por su puntualidad.
"Estuve muy contento con la primera reunión porque llegó a tiempo", dijo riéndose.
"No estaba maquillada y no tenía un séquito, vino como una persona decente y fue solo para reunirse y hablar sobre el tema. Preguntó toneladas de cosas sobre el cerebro y dónde conseguí la información, y entonces se leyó el guión y vino con más preguntas y yo estaba muy contento con eso, se estaba comportando como una trabajadora de verdad que quería hacerlo bien".