"Antes no aceptaba que me iba a dedicar a la actuación", dijo García Bernal en un encuentro reciente con periodistas en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
"Me daba vergüenza incluso escribir 'profesión: actor', porque lo veía como algo tan natural, tan de mí, que yo decía 'para mí no es una profesión', más bien es la cultura en la que nací. Es como gitano, actor. Profesión gitano, profesión actor, no existe; más bien es cultura gitano, cultura actor. ¿De qué tribu vienes? 'Actor'. Eso sí lo hubiera puesto".
Para las nominaciones a los Oscar, que se darán a conocer en enero, México postuló "Desierto" de Jonás Cuarón, en la que García Bernal interpreta a un inmigrante que cruza de manera ilegal la frontera con Estados Unidos y se enfrenta a un justiciero estadounidense. Chile apostó por "Neruda", la cinta de Pablo Larraín en la que el actor mexicano da vida al policía Óscar Peluchonneau, encargado de la persecución política del poeta Pablo Neruda. La cinta inauguró el festival de Morelia.
"Ahora ya lo acepté mucho más y sí, quizá estoy más contento", dijo García Bernal ante los logros que ha alcanzado.
"Me siento muy contento de todo lo que ha sucedido, de todos los años y de cómo ha cambiado mucho la cosa. Antes, este nivel de atención y aceptación con estas películas no existía. Cuando yo empecé a hacer películas tenía 19 años, era otro el mundo, no existía el festival de Morelia, por mucho tiempo no existió que una película latinoamericana viajara por todos los países y que se viera", agregó el actor de 37 años. "Hoy en día ya la tenemos tan recontraceptada (la cultura cinematográfica), que en una ciudad grande pero pequeña como lo es Morelia exista este festival grande con tanta atención, con tantos medios, con tanta gente, tanto público tan pasional viendo las películas, se me hace fantástico".
La cinta de Larraín ha sido elogiada en su paso por festivales internacionales, pero de acuerdo con el actor chileno Luis Gnecco, quien encarna a Neruda, en su propio país causó cierta molestia por su interpretación libre de los hechos históricos y los involucrados, como Peluchonneau.
"Lo único que tomamos del personaje histórico es el nombre, lo demás lo inventamos", dijo sin empacho García Bernal, quien señaló que el nombre de su personaje "es muy bueno, parece peluche casi".
"Hicimos, gracias a Pablo Larraín y a (el guionista) Guillermo Calderón, creo que un homenaje a Neruda", expresó. "Lo tratamos con mucha honestidad, el confrontarnos con su obra, con su vida y de alguna manera inventarla, también reinventarla".
Gnecco continuó este argumento: "Tenemos que hacer hincapié una y otra vez de que esto no es la verdad, esto es ficción", dijo. "Ya no están los tiempos como para hacer biopics. El público como tal tiene incorporada esa ficción".
El actor chileno se declaró en contra de las versiones complacientes de Neruda como poeta, orgullo nacional y galardonado con el premio Nobel de literatura. En cambio, dijo estar a favor del camino "difícil" de inventar algo, sin defenderse con datos y fechas.
"Al final la realidad la estamos inventando todo el tiempo, no nos hagamos", remató García Bernal.