Los Ángeles (EEUU), 6 jul (EFE).- "Looking", la serie de HBO famosa por plasmar sin tapujos la vida de tres homosexuales, dice adiós con un película para televisión que, según el protagonista y actor cubano-estadounidense Frankie J. Álvarez, "llega con un mensaje de amor y generosidad para combatir el odio en el mundo".
"Todo el equipo de la película sentimos una gran responsabilidad hacia la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales)", dijo Álvarez en una entrevista con Efe previa al estreno de la película el próximo día 23 en la cadena HBO.
"Vivimos en unos tiempos que dan mucho miedo. La película llegará un mes después de la masacre de Orlando y creo que es un buen momento para verla. Es un homenaje al amor y la generosidad que se necesitan para combatir ese odio", indicó el actor de origen cubano.
Álvarez se refiere así a la reciente matanza de 49 personas cometida en un club frecuentado por homosexuales en Orlando (Florida, EEUU), cometida por un individuo que dijo responder a consignas yihadistas.
Precisamente en la recta final del filme, hay una escena que se desarrolla en un club nocturno mientras los protagonistas conocen a nuevas amistades.
"Es duro verlo y es imposible no pensar en lo ocurrido en Orlando", sostuvo.
La serie "Looking", una comedia con capítulos de 30 minutos considerada por muchos la versión gay de "Girls" y a menudo comparada con "Sex In The City", se estrenó en enero de 2014 y, tras dos temporadas y 18 capítulos, fue cancelada en marzo de 2015.
Sin embargo, la cadena anunció al mismo tiempo que permitiría zanjar la historia de sus protagonistas con un episodio final en forma de película para televisión.
En esta despedida, el espectador ve cómo Patrick (Jonathan Groff), tras vivir un año en Denver, regresa a San Francisco por primera vez para celebrar la boda de unos viejos amigos.
En el proceso, debe resolver algunas relaciones que dejó pendientes y tomar difíciles decisiones sobre las cosas que realmente tienen importancia para él.
La cinta, dirigida y escrita por Andrew Haigh, cuenta en su reparto con Groff (nominado al Tony por "Hamilton"), Murray Bartlett y el propio Álvarez en el papel de Agustín Lanuez, el mejor amigo de Patrick, un artista frustrado con un fuerte temperamento.
"Saber que no habría una tercera temporada fue una gran decepción, pero saber que nos reuniríamos una última vez para hacer la película fue una bendición. No muchas series tienen esa oportunidad y creo que la hemos sabido aprovechar, dando lo mejor de cada uno de nosotros", manifestó el intérprete.
El proyecto, originalmente, fue concebido como una serie de larga duración que llegaría a las seis o siete temporadas, pero, a pesar de las críticas favorables, la audiencia no acompañó y se despidió en su último episodio de la segunda temporada con 300.000 espectadores.
"Los fans de la serie siempre quisieron episodios más largos; pues bien, ahora les damos una historia larga, sin interrupciones y con escenas más extendidas que les permite pasar más tiempo con los personajes. Estamos deseando compartirla", indicó.
Álvarez, heterosexual y casado con Leah Walsh en la vida real, vio su personaje desde el comienzo como "un puente" entre sensaciones propias y las de alguien con el que, a priori, no tenía "prácticamente nada que ver".
"La orientación sexual es una cosa pequeña. Lo complicado era su temperamento, su manera de afrontar las relaciones, el odio a sí mismo que tiene, sus tendencias autodestructivas... Creo que ha sido una gran oportunidad para mí. El personaje ha sufrido una gran transformación desde el comienzo", sostuvo.
El actor se ve reflejado en su personaje en el hecho de que "ama la vida y se atreve con todo".
"No quiero perder el tiempo. Los dos queremos disfrutar. Tomamos decisiones arriesgadas sin miedo al fracaso", agregó.
Para Álvarez, nominado a los premios Imagen por su labor en "Looking", el mejor regalo que se lleva de su participación en la serie son las reacciones de la comunidad gay.
"Me paran por la calle y me dan las gracias por mostrar situaciones cotidianas que nunca pensaron que verían en televisión. En parte, nos dicen que retratamos sus vidas", declaró.
Álvarez, un hombre volcado en el mundo del teatro, lleva el arte en sus venas. Su abuela fue cantante de ópera, su padre estuvo en una banda en Puerto Rico y su madre fue bailarina.
Pero, según reconoce, nunca ha tenido la oportunidad de visitar Cuba, la tierra de sus padres. Y no quiere dejar pasar mucho más tiempo sin hacerlo.
"Me muero por ir. Quiero ir con mis padres y mis hermanas para ver las escuelas y los lugares donde se criaron. No quiero hacerlo sin ellos. Pretendo conocer el sitio que dejaron a través de sus ojos y ver su felicidad", indicó. EFE