WSJ - En los años 90, el productor de Hollywood Brian Grazer conducía por Los Ángeles cuando escuchó al rapero Ol’ Dirty Bastard en una entrevista radial y decidió que tenía que reunirse con él. Después de una serie de llamadas y cartas, finalmente se reunieron en Nueva York. Años después, Grazer aprovechó esa conversación mientras producía la exitosa serie de televisión Empire, que describe como “una telenovela nocturna que se lleva a cabo en el mundo del hip hop”.
El coloquio fue lo que Grazer cataloga de “conversación de curiosidad”, su práctica habitual de reunirse con gente fuera de la industria cinematográfica. Las considera tan importantes que en el pasado ha empleado a un “agregado cultural” para organizarlas. La práctica comenzó en los primeros días de su carrera y ahora ha convertido las conversaciones en el tema de su nuevo libro, A Curious Mind (algo así como Una mente curiosa), escrito en conjunto con Charles Fishman.
El título alude a una película exitosa de Grazer en 2001: Una mente brillante, sobre el matemático John Forbes Nash. Como cofundador de Imagine Entertainment, ha producido decenas de cintas, incluyendo Apolo 13 y Frost/Nixon – La entrevista del escándalo, además de series de televisión como Arrested Development y 24.
Hoy, Grazer, de 63 años, se encuentra en su iluminada estancia en Santa Monica, California, en una espaciosa mansión moderna con vista a un campo de golf. Está vestido de jeans y una camiseta holgada, pero su cabello se encuentra recto con el estilo que lo caracteriza, que adoptó en 1993 para diferenciarse de otros productores.
Oriundo de Los Ángeles, hijo de una ama de casa y un abogado penalista, se tituló en psicología en la Universidad de California del Sur y después se matriculó en la escuela de derecho. Dejó los estudios después de un año para trabajar a tiempo completo en Hollywood, donde su primer empleo consistió en entregar documentos legales en las oficinas de clientes de Warner Bros., e insistía en darles los contratos directamente a los destinatarios.
Su primer trabajo de producción fue en Paramount Pictures a los 28 años. Se fijó como meta conocer a una persona nueva en el mundo del espectáculo todos los días, un compromiso facilitado por la vista al exterior de su oficina, donde podía ver a directores y actores famosos cuando pasaban por allí. Después de ver pasar al director Ron Howard, Grazer lo llamó y le preguntó si se podían reunir. Poco después, crearon Turno de noche(1982) y Splash (1984). En 1986, cofundaron Imagine Entertainment.
Cuando se percató de lo fácil que era conocer a gente de su propia industria, expandió sus conversaciones de curiosidad. Les dice a sus interlocutores que no tiene motivaciones ni planes secretos. Algunas de las conversaciones lo han influenciado de forma imprevista. Por ejemplo, su reunión con la ex presa política chilena Verónica de Negri impactó tanto aApolo 13 como a Una mente brillante. Su experiencia le ofreció una idea para Apolo 13sobre cómo puede ser la reclusión dentro de una nave espacial, mientras que su estrategia de resistencia de crear una realidad alternativa le proporcionó luces sobre el estado mental del matemático John Nash.
Grazer intenta tener estas conversaciones al menos una vez cada dos semanas. En un momento, se interesó tanto por la industria de la moda que se reunió con 12 editores de revistas de moda en cuestión de días, antes de dialogar con una serie de diseñadores desde Vivienne Westwood hasta Ralph Lauren. En otra ocasión pasó por un período de abogados litigantes.
No siempre ha salido bien parado. Durante una charla con el autor de ciencia ficción Isaac Asimov y su esposa, Janet, Grazer cuenta que la esposa de Asimov le dijo al productor que no sabía lo suficiente sobre la obra del escritor para mantener una conversación y se marcharon. La esposa de Asimov dice que no recuerda haber conocido a Grazer.
El productor cuenta que después de esa experiencia comenzó a prepararse mejor. “Me enseñó a investigar mejor”, expresa. También intenta entregarle algo a su interlocutor, “como un regalo o algo de conocimiento”. Grazer le llevó al ex presidente estadounidense George W. Bush una gorra con el logo de su programa de TV Friday Night Lights, que se grababa en Texas.
Normalmente encuentra una audiencia dispuesta. “A la mayoría de la gente le gusta hablar”, explica. “Para que estas reuniones valgan la pena, uno tiene que entrar rápidamente en la psiquis de la persona con la que está conversando, para saber lo que les importa. Y si conoces lo que les importa, estás aprendiendo más y está viviendo a través de su mente y proceso”.
Grazer también se asegura de formular preguntas específicas. Es un hábito que practica con sus cuatro hijos, que van desde los 11 a los 29 años. (Ha estado casado en tres ocasiones y está comprometido con una ejecutiva de marketing de hoteles). “Cuando les hago (a mis hijos) una pregunta general, como, ‘¿Cómo estuvo la escuela?’ simplemente no me hacen caso”, relata. En lugar de decirles que hacer, intenta hacerles una oferta que no podrán rechazar. Por ejemplo, si quiere que vayan a su oficina, les dice que alguien como LeBron James estará allí. “Claro, no todos los padres pueden hacer eso”, reconoce. “Mi padre no podía”.
Grazer resalta que ha aprendido lecciones de cada una de sus conversaciones. Sugar Ray Leonard le enseño que los boxeadores tratan de interpretar el rostro de sus oponentes. Leonard, recuerda, le dijo, “miras sus ojos y miras su boca, y esa información te dice dónde golpearlos, cuándo golpearlos, cómo hacerlo y cuándo retirarte”. El banquero de inversión Herbert Allen le recomendó hacer primero la llamada más difícil del día.
Cada conversación le ha demostrado lo importante que son las reuniones en persona. “Uso mucho Google”, apunta, “pero realmente me parece que estos encuentros personales son más valiosos ya que… hay mucho más información a través del lenguaje corporal y el contacto visual y los matices, y todas esas cosas le permiten a uno formular más preguntas de lo que podría si estuviera sólo en Internet”.
Grazer tiene un puñado de películas en camino, incluyendo The Emperor’s Children (algo así como Los hijos del emperador), basada en la novela de Claire Messud sobre tres amigos que se aproximan a cumplir 30 años y viven en Nueva York antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y En el corazón del mar, basada en el libro de Nathaniel Philbrick sobre el hundimiento del buque Essex en 1820, que inspiró el clásico Moby Dickde Herman Melville. También ha anunciado una nueva temporada de Arrested Development y revelado planes para una segunda temporada de Empire.
Grazer dice que se abocará a “intentar ser un padre responsable, intentando hacer buenas preguntas e intentando ser una pareja responsable de mi prometida”, sentencia. “Si logro esto, después sólo quiero divertirme”. Por ALEXANDRA WOLFE WSJ