“Elegante” y con una interpretación “soberbia”, como era de esperar, de Ian McKellen interpretando al detective (ficticio) más famoso del mundo. Así están definiendo algunos críticos Mr. Holmes después de su primicia mundial este domingo en el Festival de Berlín.
Esta versión del personaje, adaptado al cine, televisión y teatro en innumerables ocasiones, es todo lo opuesto a la acción y adrenalina de las dos entregas de Sherlock Holmes de Guy Ritchie o del no menos genial y avispado de la serie televisiva británica, y ambientada en la actualidad, protagonizada por Benedict Cumberbatch.
¿Cuál es la novedad? Mr. Holmes nos presenta a un anciano de nada menos que 93 años preocupado porque la demencia puede estar apoderándose de él. Y el que fue celebérrimo inquilino del número 221B de Baker Street vive ahora (en 1947) retirado en una casa de la campiña inglesa, en Sussex. La trama se desarrolla en dos épocas, con ese Sherlock jubilado y la perspectiva de un viaje a Japón; y 3 décadas atrás, en el que fue su último caso, y el que aún le fascina y sigue dándole vueltas, y en el que estuvo implicado una misteriosa dama desaparecida, tal vez relacionada también con el pasado amoroso del mismo Holmes.
Lo curioso es que Ian McKellen, un nombre y rostro popular por haber sido el mejor Gandalf imaginable o el no menos memorable Magneto cinematográfico, a sus 75 años encarna a Holmes en dos edades bien distintas a su edad real: de nonagenario y también a los 60 años. En esta aventura, adaptación de la novela A Slight Trick of the Mind escrita por Mitch Cullin, contará con un imprevisto compañero, un sagaz niño de 9 años que puede tener unas dotes de deducción e inteligencia muy similares a la suya.
De entre las críticas, Variety advierte que puede “decepcionar” a las audiencias que disfrutan con los misterios de la televisiva Sherlock, pero debería ser una delicia para los que están abiertos a revisitaciones del mito como Elemental Dr. Freud (The Seve-per-cent Solution, 1976) o El secreto de la pirámide (The Young Sherlock Holmes, 1986). The Hollywood Reporter corrobora que es una “agradable alternativa pasada de moda a todas las modernas reinvenciones realizadas en los últimos años del venerable detective deArthur Conan Doyle“; para acabar sentenciando que, definitivamente, la película “pertenece a Ian McKellen”.
Dirigida por Bill Condon, realizador de Crepúsculo – Amanecer (partes 1 y 2) o Dreamgirls, reúne por segunda vez y diecisiete años después a actor y director. Juntos trabajaron en una de las mejores películas de a finales de los 90, Dioses y monstruos (Gods and Monsters) por la que Ian McKellen logró una nominación como mejor actor protagonista (ganó Roberto Benigni por La vida es bella), aunque Condon se hizo con el de mejor guión adaptado. En el reparto de Mr. Holmes destacar a la siempre magnífica actriz Laura Linney.
"Es uno de los grandes ingleses y nunca vivió, es asombroso", dijo McKellen luego del estreno de la película.
Condon dijo que el proyecto demoró 11 años y que él había perseverado porque quería trabajar con McKellen de nuevo, además de porque creía en el guión.
"Era una historia tan delicada y hermosa para contar y tengo que decir, también, que leí guiones en secreto por 17 años constantemente imaginando que podría trabajar con Ian McKellen y de repente aquí está el guión", comentó.
La actriz estadounidense Laura Linney, a quien McKellen elogió su acento inglés de clase trabajadora, dijo que la ambientación en 1947, y parte de la trama que lleva a Holmes a un Japón arrasado por la guerra en busca de una cura para su amnesia, le dan a la historia una dimensión adicional.
"Ella es una viuda de guerra de ese tiempo y el impacto que la guerra tiene en todos en esta película es el tipo de terremoto silencioso en el fondo de la historia", dijo Linney.
El actor Milo Parker, que interpreta al hijo pequeño de Linney, dijo que estaba encantado por la oportunidad de trabajar junto a McKellen.
"Aprendí mucho de Ian porque es realmente una buena persona y además es un actor asombroso y es Gandalf", dijo Parker.