Primer largometraje de Benedikt Erlingsson con el que obtuvo el Premio Kutxa a Mejor Nuevo Director en el Festival de Cine de San Sebastián y el Premio de la audiencia a Mejor Película Nórdica y FIPRESCI, en el Festival de Cine de Gotemburgo.
Se estrena en el complejo cinematográfico del Conaculta, a partir del 15 de abril.
Lo que hace del cine una de las artes más atractivas es la posibilidad de transportarnos a lugares desconocidos y conocer estilos de vida que parecen ajenos; algo que comprende bien el actor Benedikt Erlingsson quien, luego de protagonizar a diversos personajes, se lanza como director con su primer largometraje Historias de caballos y hombres(2013), el cual presenta una serie de historias sobre los habitantes de un pequeño pueblo en las colinas de Finlandia, quienes están íntimamente ligados a los equinos.
Este filme del director islandés llega a México para figurar en la programación de la 56 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, luego de un exitoso recorrido, a raíz de su lanzamiento mundial en el Festival de Cine de San Sebastián 2013, en el que se le reconoció con el premio Kutxa a Mejor Nuevo Director.
Posteriormente fue galardonado durante el Festival Internacional de Cine de Gotemburgo, Suecia, en el que obtuvo el Premio de la audiencia a Mejor Película Nórdica y el de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI). En el Festival de las Noches de Cine Negro de Tallinn, Estonia obtuvo los galardones a Mejor Película y Mejor Cinematografía, entre otros reconocimientos.
Se trata de una serie de historias rápidas, que al mismo tiempo de ser sencillas son espectaculares, por su narración simple pero con un contenido audaz y extravagante sobre los habitantes de un pequeño y nórdico poblado del norte de Finlandia y, su estrecha relación con los caballos, los cuales son considerados en esa región, como personajes heroicos e imprescindibles.
Es una comedia dramática con un ligero grado de violencia y humor negro, en el que las historias resultan tan absurdas como reales, lo que permite al filme ser balanceado ya que describe a los integrantes de una comunidad y su íntima relación con los equinos, de quienes dependen para desarrollar tantos sus tareas domésticas como para transportarse, e incluso sobrevivir y relacionarse socialmente.
En el filme, los animales lejos de ser personajes secundarios son los protagonistas de cada historia que inicia con la expresiva mirada de uno de ellos, para luego dar paso a la descripción de la relación con su dueño.
Cada relato es una comparación entre los hombres y los equinos; entre los deseos de los animales y la lujuria del ser humano; entre las desgracias y la valentía de ambos; todas, historias de jamelgos, unas divertidas, otras trágicas.
Historias de caballos y hombres es un trabajo conectado con el medio ambiente, ya que en esa comunidad aislada en la que podría parecer que no sucede nada, todo el mundo está de alguna manera representado, sean caballos, marineros rusos, jinetes suecos o incluso, un visitante mexicano.
La fotografía de Bergsteinn Björgúlfsson, quien trabaja por segunda ocasión con Erlingsson, presenta imágenes impactantes en las que se puede ver a un caballo luchando contra las olas para tratar de alcanzar un barco; a otro que yace muerto en la nieve y hace las veces de refugio a un migrante perdido; o a dos equinos en pleno acto sexual, con lo que se plantea la gracia y fuerte personalidad de estos animales y se busca visualizar el mundo desde su perspectiva.
Algunas de las escenas explícitas sobre la vida y muerte de los caballos, retratan sin sutilezas aspectos insospechados; sin embargo, la película logra aflorar en momentos, la ternura y delicadeza de los equinos.
Erlingsson, quien participó en la comedia de Lars Von Trier, El jefe de todo esto (2006), nos ofrece una obra que a manera de trote, equilibra los sentimientos humanos con la hermosa brutalidad de estos animales y en la que destaca las pasiones y necesidades físicas que comparten.
El director y actor, quien de niño trabajó con caballos y en la actualidad se dedica a su crianza, muestra una sensibilidad ante la comedia humana, y la sitúa en el amplio horizonte de Islandia, lugar cada vez más acogido por directores debido a sus paisajes de gran belleza.
Las imágenes están acompañadas por la musicalización de David Thor Jonsson, quien mezcla el folk y la música coral tradicional de la zona, con piezas que aportan suspenso y emoción a este divertido drama rural de 81 minutos de duración.
Historias de caballos y hombres se exhibe a partir del 15 de abril en la Cineteca Nacional, en diversos horarios que se pueden consultar en: http://www.cinetecanacional.net/micrositios/muestra56/
