El escritor de “The Queen” vuelve sobre su tema favorito, la reina Isabel II de Inglaterra, en una nueva serie de la plataforma Netflix con un retrato íntimo de una de las célebres más desconocidas del mundo.
“The Crown” (La corona) confirma la voluntad de Netflix, después de “House of Cards” en 2013 y “Narcos” o “The Get Down”, de invertir en superproducciones con presupuestos equiparables a los del cine.
El gigante del video a la carta habría comprometido ya más de 100 millones de dólares en esta nueva serie, de acuerdo con varios medios de comunicación, una cifra no confirmada por el grupo.
Como ya es habitual en Netflix, cada temporada será puesta en línea en bloque, y la primera, la del estreno, será este viernes.
“¡Nada de lo que hacen tú o el príncipe es un asunto privado!”. La frase es atribuida, en “The Crown”, a Winston Churchill, cuando se dirige a una joven reina Isabel que, con solo 25 años, busca aún su lugar en el mundo.
En 90 años de existencia, incluyendo 64 en el trono de Inglaterra, Isabel II ha mostrado muy poco de sí misma.
La película “The Queen” (2006), de Stephen Frears, que le valió un Óscar a la actriz Helen Mirren, y la obra “The Audience”, ambas del mismo escritor, el británico Peter Morgan, ya habían levantado el velo sobre su privacidad.
Una temporada por década
Sin embargo, la mostraron más bien en su etapa madura, ya instalada en su papel de reina.
Con “The Crown”, Peter Morgan y el director Stephen Daldry (“Billy Elliot”, “Las horas”, entre otras) amplían en gran medida el espectro partiendo de su matrimonio.
Encarnada por la actriz Claire Foy, Elizabeth Windsor, su nombre de soltera, aparece como una mujer joven ponderada pero capaz de mostrar entusiasmo y ligereza, e incluso sensualidad.
Peter Morgan prevé dedicar una temporada de la serie a cada una de las seis décadas del reinado de Isabel. Netflix ya se comprometió para una segunda temporada.
La primera gira precisamente en torno a la problemática sucesión después de la repentina muerte de Jorge VI, el padre de Isabel, una transición que acompañó el primer ministro británico Churchill.
Peter Morgan y Stephen Daldry retratan con sutileza a Isabel, mezcla de reserva y determinación, heredera de una tradición secular pero también muy moderna.
Mujer entre hombres, ella es de un rango superior al de su marido, su padre la trata como a su igual y Churchill la respeta.
“Un trabajo extraño”
El escritor ubica en un lugar privilegiado de la historia la relación entre Isabel y su esposo Felipe, mucho más compleja, rica y apasionada que la imagen ofrecida al público.
Durante una mesa redonda con periodistas, Claire Foy destacó la capacidad de Peter Morgan para captar un tema del que “sabe todo” y de “exprimirlo” para “sorprender” sin “caer en el sensacionalismo.”
“Tú sigues a estas personas y te olvidas quiénes son”, dijo.
Todo el relato está permeado por el aplastante peso de la responsabilidad real, que afecta todas las relaciones dentro de la familia.
“Peter (Morgan) nos dijo: ‘Quiero que, a lo largo de cada escena, se imaginen que tienen una piedra en el zapato. Nunca es fácil y encantador”, recuerda Vanessa Kirby, que interpreta a la princesa Margarita, hermana de Isabel.
“Es una experiencia extraña”, observa Jared Harris, que encarna al rey Jorge VI, padre de Isabel. “Ellos tienen responsabilidades, pero no poder.”
“Están en una posición extraña: si meten la pata, eso no se queda allí, serán quienes provoquen el fin de la milenaria monarquía británica”, explica. “Debes estar en un estado de ansiedad y paranoia constantes.”