viernes, marzo 18

Snowden, la nueva película de Oliver Stone que lo puso en la mira de Washington

Marzo, 2016. Oliver Stone, director de la película sobre el exmiembro de la CIA y “filtrador” del gobierno americano, Edward Snowden, interpretado por Joseph Gordon-Levitt, reveló sus temores a lo largo del rodaje debido a la posible interferencia de Washington.


“Nos sentimos como en riesgo aquí. No sabíamos lo que la Agencia de Seguridad Nacional podía hacer, así que terminamos en Munich, lo que fue una experiencia hermosa”, declaró Stone ante el auditorio del Sun Valley Film Festival en el estado de Idaho, Estados Unidos.

Hablando de las dificultades de llevar a cabo el proyecto, confesó que no fue fácil conseguir los fondos financieros, ya que “ningún estudio cinematográfico lo apoyó”, e incluso las empresas extranjeras que tenían vínculos con Estados Unidos no estaban en condiciones de colaborar. Finalmente, la ayuda vino desde Francia y Alemania. Los contratos, notó, fueron firmados ocho días antes del inicio de la producción.

A pesar de la notoria repercusión que anticipa el estreno de la película en septiembre de 2016, Oliver Stone sostuvo que no tenía la intención de generar controversias. Vaciló en aceptar el guión, según sus propias palabras, hasta que el abogado de Snowden se dirigió a él en persona, lo que jugó un papel decisivo en convencerlo.

El cineasta también afirmó haberse reunido clandestinamente y en múltiples ocasiones con Snowden que permanece en Rusia para evadir el arresto bajo acusación de espionaje. Cuenta que por la diferencia en el horario, su personaje lleva en el exilio una vida nocturna, sumergido en el mundo virtual, planteándose como tarea elaborar “una especie de constitución para los usuarios de Internet”.

En junio de 2013, Snowden filtró a los periódicos The Washington Post y The Guardian archivos clasificados sobre los programas globales de cibervigilancia de EUA y Reino Unido.

El estadounidense escapó a Hong Kong y luego se refugió en Moscú, donde pasó varias semanas en la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremétievo, hasta que en agosto de 2013 Rusia, le concedió asilo por un año.

En agosto de 2014, las autoridades le renovaron por tres años más el permiso de residencia, lo que le permite desplazarse libremente por el territorio del país, viajar al extranjero y optar a la nacionalidad rusa cuando hayan transcurrido cinco años.


Fuente: Sputnik