Madrid, 12 feb (EFE).- Alfonso Cuarón salió hoy triunfante del Royal Albert Hall de Londres, con cuatro Bafta del cine británico, entre ellos los de mejor película y director, unos premios que en el caso de la dirección han coincidido en los últimos años con el resultado de los Óscar, pero no así en la categoría reina.
En los últimos cinco años, los Bafta y los Óscar han coincidido en cuatro ocasiones en lo que se refiere a mejor dirección: Alfonso Cuarón, por "Gravity", en 2014; Alejandro González Iñárritu, por "The revenant", en 2016; Damien Chazelle, por "La La Land", en 2017, y Guillermo del Toro", por "The Shape of Water", el año pasado.
Solo erraron en 2015, cuando los Bafta optaron por Richard Linklater, por "Boyhood" y los Óscar por Iñárritu, por "Birdman".
En mejor película sin embargo, solo una coincidencia, la de 2012, cuando los premios británicos y los estadounidenses consideraron a "12 Years a Slave", de Steve McQueen, el mejor filme del año.
Pero más allá de si los Bafta son o no el anticipo de los Óscar, lo que está claro es que el filme de Cuarón (Ciudad de México, 1961) ha concitado este año una enorme e inusual unanimidad.
Y ello pese a ser un proyecto complicado. Rodada en blanco y negro, en español y mixteco, con actores en su inmensa mayoría debutantes, y producido por una plataforma audiovisual, Netflix, que en un primer momento ni siquiera pensaba estrenarla en cines.
Pero el éxito que el filme tuvo en su estreno en el Festival de Venecia, donde se hizo con un incontestable León de Oro, marcó el inicio de una exitosa carrera internacional.
El galardón de Venecia abrió las puertas a que la película se estrenara en salas de cine, de forma limitada eso sí, pero suficiente para que optara a los grandes premios de la temporada y para que demostrara que el buen cine lo es sin importar el soporte para el que se produzca.
Desde el primer momento, crítica y público se pusieron de acuerdo en que "Roma" es una obra maestra, la culminación de la carrera de Cuarón y su homenaje particular a su familia, a su infancia en Ciudad de México, a su barrio (ese Roma del título que muchos creen que está en Italia) y, sobre todo, a Libo, la criada que cuidó de él y de sus hermanos.
En la pantalla Libo se convierte en Cleo y toma la apariencia de Yalitza Aparicio, una maestra de escuela indígena y debutante en esto del cine, que ha asombrado por la naturalidad con la que se ha enfrentado a las cámaras.
Tanto, que está nominada a mejor actriz en los Óscar, al igual que su compañera de reparto, Marina de Tavira, casi la única profesional entre los intérpretes de la película.
Son en total diez las nominaciones a los Óscar que ha logrado "Roma": a mejor película, director (Cuarón), actriz (Aparicio), actriz de reparto (De Tavira), película de habla no inglesa, fotografía (Cuarón), guion (Cuarón), diseño de producción, edición de sonido y mezcla de sonido.
Unas candidaturas que podrían llevar a Cuarón a hacer, de nuevo, historia en el cine.
Hace cinco años se convirtió en el primer director hispano en lograr un Óscar por "Gravity" y ahora su "Roma" podría ser la primera película en español en lograr en Óscar a mejor filme.
Para lograrlo, tendrá que vencer a "BlacKkKlansman", "Black Panther" -la primera cinta de superhéroes que consigue este reconocimiento-, "Bohemian Rhapsody", "The Favourite", "Green Book", "Vice", y "A Star is Born".
De momento, hoy se ha llevado el Bafta a mejor película y a mejor película extranjera. Un doblete de récord que podría repetirse en los Óscar. Cultura