LOS ÁNGELES, mayo (Reuters) - La saga de la ficticia familia Bluth, que pasa de la riqueza a la pobreza por problemas en su negocio de bienes raíces, volverá en una quinta temporada de la exitosa comedia "Arrested Development", dijo el miércoles Netflix, inspirada en parte por el presidente estadounidense, Donald Trump.
En un comunicado de Netflix, el creador de la serie Mitchell Hurwitz bromeó "que historias sobre una familia de comportamiento narcisista y errático en el negocio de la construcción -y sus desesperados abusos de poder- están realmente poco representadas en la televisión estos días".
"Les estoy agradecido (...) por hacer este sueño mío realidad de llevar a los Bluth, George Sr., Lucille y los chicos; Michael, Ivanka, Don Jr., Eric, George-Michael, ¿y de quién me estoy olvidando? ah Tiffany -¿dije Tiffany?-, de nuevo al glorioso torrente de la vida", agregó Hurwitz.
Ivanka, Don Jr., Eric y Tiffany son los nombres de cuatro de los hijos de Trump, y no son nombres de personajes de "Arrested Development" en las cuatro temporadas previas. Donald Trump Jr. y Eric Trump manejan actualmente el negocio de bienes raíces de su padre.
El elenco de la serie, compuesto por Jason Bateman, Portia de Rossi, Will Arnett, Tony Hale, Jessica Walter, Jeffrey Tambor, David Cross, Michael Cera y Alia Shawkat, volverá a sus personajes como la familia Bluth. No se dieron detalles sobre la trama de la nueva temporada o cuándo será emitida el próximo año.
"Arrested Development" estuvo al aire originalmente por tres temporadas en la cadena Fox desde 2003 a 2006. Sigue la historia de la familia Bluth, caída en desgracia después que el patriarca George Sr. es enviado a prisión por fraude. Netflix emitió una cuarta temporada en 2013, su primera incursión en la creación de comedias originales.
La cuarta temporada trata sobre el infructuoso plan de George y Lucille Bluth de sacar provecho de un contrato gubernamental para construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Durante su campaña presidencial, Trump dijo que esperaba que México pagara por un muro fronterizo, que costaría más de 20.000 millones de dólares, para frenar la inmigración ilegal. México se ha negado a pagar por tal construcción. Reuters