LOS ANGELES (Reuters) - El nombre de Donald Trump apenas se pronunció durante la ceremonia de entrega de los Oscar, pero las políticas del presidente del país estuvieron implícitamente presentes durante toda la noche.
El presentador, Jimmy Kimmel, fue el primero en abrir fuego con el monólogo con el que dio comienzo a la entrega de premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas estadounidense.
"Quiero dar las gracias al presidente Trump. ¿Se acuerdan del año pasado, cuando parecía que los Oscar eran racistas?", dijo Kimmel.
El presentador se mofó una y otra vez del ataque del presidente Trump en enero a través de Twitter contra Meryl Streep, cuando Trump dijo de ella que era "una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood".
"Meryl Streep no ha hecho ningún esfuerzo en sus más de 50 películas a lo largo de su mediocre carrera", dijo Kimmel. "Por favor, únanse a mí en un aplauso totalmente inmerecido a Meryl Streep", agregó.
Varios discursos de agradecimiento celebraron el internacionalismo de la industria del cine y advirtieron del peligro que suponen las políticas de Trump.
Alessandro Bertolazzi, uno de los ganadores de maquillaje y peluquería por la película "Escuadrón Suicida", dedicó su premio a "todos los inmigrantes".
Asghar Farhadi, el director iraní de "The Salesman", que se llevó el Oscar a la mejor película en lengua extranjera, había dejado un comunicado explicando su ausencia en protesta por el decreto presidencial que prohíbe la entrada de personas de siete países musulmanes.
"Mi ausencia se debe al respeto por los ciudadanos de mi país y aquellos de los otro seis países ofendidos por la ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes a Estados Unidos", dijo.
El actor mexicano Gael García Bernal, que presentó el Oscar a la mejor película de animación, criticó el plan de Trump para un muro en la frontera estadounidense con México.
"Como mexicano y latinoamericano, como trabajador inmigrante, como ser humano, estoy en contra de cualquier forma de muro que quiera separarnos", afirmó.
Kimmel recurrió una y otra vez a los comentarios mordaces e incluso llegó a reírse de uno de los elegidos por Trump para su gabinete de Gobierno, Ben Carson.
"Doctor Strange fue nominada por unos destacados efectos visuales y también fue nombrado secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano", sostuvo.
Además, advirtió a los premiados de que dar su opinión podría tener consecuencias.
"Algunos de ustedes tendrán que subir al escenario esta noche y dar un discurso sobre el que el presidente de Estados Unidos tuiteará en mayúsculas cuando se levante para ir al baño a las cinco de la mañana", dijo Kimmel. Reuters