La cinta fue restaurada a formato de 2K con la revisión del cinefotógrafo Emmanuel Lubezki e incluye un ensayo del crítico de The New York Times, Charles Taylor, quien analiza las connotaciones de la película y sus aportaciones al género del road movie.
Nueva York.- Con un transfer restaurado al formato de 2K, nuevo diseño de sonido, así como un amplio abanico de extras en tres discos, que incluyen escenas cortadas, un documental de rodaje y ensayos de destacados críticos internacionales, fue lanzado en Nueva York el Blu-Ray de la película Y tu mamá también, del director Alfonso Cuarón.
Los procesos técnicos para renovar este largometraje realizado en 2001 y que cuenta con las actuaciones de Gael García, Diego Luna y Maribel Verdú, fueron supervisados por el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki, quien además incluyó entrevistas realizadas en 2014 con todo el equipo de producción, incluyendo al reparto, así como al director Alfonso Cuarón y a su hermano y guionista de la cinta, Carlos Cuarón, quien además participa en el material extra con el cortometraje You owe me one.
La nueva edición que será distribuida en Estados Unidos por The Criterion Collection, cuenta además con un importante ensayo del crítico cinematográfico del The New York Times, Charles Taylor, quien analiza las connotaciones de la película y sus aportaciones al género del road movie.
Taylor afirma que la primera vez que vio la película del mexicano Alfonso Cuarón a principios de la década pasada, experimentó las mismas sensaciones de cuando leyó por primera vez la obra del escritor Henry Miller, en especial Trópico de cáncer.
“En esa historia de autodescubrimiento encontré todos los elementos que me fascinaban, ese shock donde estaba implícito el descubrimiento sexual, la situación del hombre por encontrar su destino, por enfrentarse al tiempo, al amor, a la belleza, pero sobre todo, encontré esas referencias que en una obra honesta se transforman en una oda de esa juventud perdida que se topó con la agonía de vivir”.
Sobre la historia de Tenoch y Julio, encarnados por Diego Luna y Gael García, quienes en la trama se hacen llamar “charolastras”, como una forma de identificación con sus vidas y su tiempo, Charles Taylor afirma que ambos personajes dan cuenta a los espectadores internacionales de los contrastes que se viven en México y cómo pueden hallar a través de la amistad un punto de conciliación.
“Por una parte Tenoch es hijo de un corrupto secretario de Estado que está acostumbrado a las comodidades y a que le sirvan en todo, mientras que Julio es hijo de una madre soltera y trabajadora, sus mundos no podrían ser más distanciados, pero es ahí donde ese desinterés de la juventud los une, y ambos emprenden un viaje para tratar de conquistar a la hermosa mujer española llamada Luisa que visita México, interpretada por Maribel Verdú”.
El crítico afirmó que en el triángulo entre los tres personajes que se inicia con el viaje, los dos adolescentes descubrirán otra parte de ellos mismos, primero al competir en fanfarronerías al presumir a Luisa sus conquistas y luego al competir por ella después de que los seduce a ambos durante el camino.
“En cierta manera Luisa es la que tiene el control y el poder sobre aquel trío, y quien mira a Tenoch y a Julio como sus dos cachorros a quienes tiene que aleccionar en las artes del sexo, pero al mismo tiempo usarlos con ternura para escapar ella misma de su propio destino”.
Sin embargo, para Charles Taylor, uno de los puntos más interesantes de Y tu mamá tambiénes la atemporalidad con la que está contada, convirtiéndose en una cinta que puede pasar de generación en generación como una bitácora de la juventud y la libertad perdida.
“Es una película que ante todo nos muestra un espíritu libre para ser contada, con la pasión de dos muchachos que se obsesionan con una bella mujer y descubren a través de ella más acerca de sí mismos. Henry Miller escribió en Trópico de cáncer: Esta es la historia de una partícula de carne humana que se resiste a la consumación de la muerte. Sin duda hay mucho de esa rebeldía en Y tu mamá también”, concluyó Charles Taylor.