La sección Retrospectiva, de la gira de documentales Ambulante, presenta materiales fílmicos recuperados y restaurados por la fundación de Martin Scorsese.
Su sede principal es el complejo Cinematográfico de Conaculta, del 31 de enero al 13 de febrero. Abre el ciclo con el documental Trances de Ahmed El Maanouni.
Con la proyección del documental Trances (1981), del director Ahmed El Maanouni, dio inicio en la Cineteca Nacional la sección Retrospectiva de la gira de documentales Ambulante, que dedica este fragmento del festival a la fundación World Cinema Project, formada por el gran cineasta Martin Scorsese, que se dedica al rescate y restauración de obras cinematográficas olvidadas alrededor del mundo.
Durante el arranque de esta sección de la novena edición de Ambulante, que se realiza del 31 de enero al 13 de febrero en el Distrito Federal, estuvo presente el realizador Ahmed El Maanouni, en compañía del director artístico de la fundación Kent Jones, también director del Festival de Cine de Nueva York; y la consultora de la misma institución, Bruni Burres, quien también forma parte del Programa de Documental del Instituto Sundance.
Al término de la proyección los tres invitados inauguraron esta sección que tiene como sede el complejo cinematográfico de Conaculta, donde se proyectarán los nueve títulos que conforman el programa de Retrospectiva.
Kent Jones explicó que la asociación invitada se ha convertido en un importante centro de rescate del patrimonio fílmico de la humanidad, por lo que resulta muy significativo que se les incluya en un festival de documentales tan importante para México. Sobre todo porque los trabajos que se proyectarán en este contexto son ficciones, más que documentales, pero es muy importante dar a conocer el acervo conformado por obras internacionales.
Al término de la proyección, el director del filme inaugural charló con el público sobre Trances, el único documental de esta sección filmado en 1981 en Marruecos, sobre el grupo musical Nass El Ghiwane, que entre los años sesenta y ochenta, fue una de las agrupaciones con mayor influencia social en casi toda la región árabe.
El realizador explicó que se trata de una legendaria agrupación pacifista que sigue considerándose hasta hoy como una de las más influyentes musicalmente, debido a que en sus canciones recuperaron el lenguaje y los ritmos tradicionales, para mezclarlos con letras con las cuales se identifica toda la nación.
“Sueños de libertad, justicia y esperanza son algunos de los temas que tocaron el alma del mundo árabe, pues con sus letras expresaban el sentir de las mayorías y fue eso lo que los convirtió en leyenda”, expresó el cineasta.
El documental nos muestra las presentaciones del grupo, que se realizaban a partir de la estética del Trance, una tradición a partir de la cual el alma y el cuerpo se unen a través del dolor, pues se cree que la vida no puede ser sólo placer, sino que la máxima expresión también se alcanza a través del dolor, por lo que sus presentaciones eran más un acto de teatro ritual que musical.
Ahmed El Maanouni dijo que al realizar sus trabajos documentales no le gusta imponer reglas ni caminos específicos: “prefiero dejar que la existencia de los propios involucrados se plasme, para que cada elemento exista por cuenta propia y así generar la empatía del espectador con las ideas y el sentir de los actores".
Un ejemplo de ello es este concierto-documental, en el que cada presentación se va transformando de acuerdo con el público y los caminos de cada ritual, lo cual permite que los espectadores entiendan cuan emotivos resultaban los espectáculos en vivo de la banda.
Asimismo, Trances incluye escenas de la pobreza de los territorios que recorría la agrupación musical, que además fue el entorno en que crecieron los integrantes. Por ello, reconoció Maanouni, a pesar de que llegaron a ser muy famosos y reconocidos, ellos nunca perdieron la sencillez y en cada lugar donde se presentaban, convivían con las comunidades y compartían su pobreza.
Además de las escenas de algunos rituales, ceremonias, barrios y poblados marroquíes, también incluye material de archivo en el que se muestran escenas de guerras y opresión militar, como la guerra de independencia de Argelia. En conjunto este largometraje documental es un concierto ritual, dedicado al sueño de libertad, paz y justicia del pueblo del Reino de Marruecos.
Dentro de este ciclo también se proyectan los filmes: Limite (1931), de Mário Peixoto, Brasil; Redes (1934), de Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel, México; Kalpana (1948), de Uday Shankar, India; La momia (1969), de Shadi Abdel Salam, Egipto; Touki Bouki (1973), de Djibril Diop Mambéty, Senegal; Manila en las garras de la luz (1975), de Lino Brocka, Filipinas; Venganza (1989), de Ermek Shinarbaev, Unión Soviética, y Objetivo misterioso a medio día (2000), de Apichatpog Weersethakul, Tailandia.
Trances se proyecta nuevamente el martes 4 de febrero en la Cineteca Nacional. Consultar horarios en: